/
Prevalencia y factores de riesgo de sobrepeso en colegialas de  a  ao en una regin semiurbana Prevalencia y factores de riesgo de sobrepeso en colegialas de  a  ao en una regin semiurbana

Prevalencia y factores de riesgo de sobrepeso en colegialas de a ao en una regin semiurbana - PDF document

calandra-battersby
calandra-battersby . @calandra-battersby
Follow
537 views
Uploaded On 2014-12-26

Prevalencia y factores de riesgo de sobrepeso en colegialas de a ao en una regin semiurbana - PPT Presentation

Los colegios y las alumnas fueron seleccionados po muestreo aleatorio sistemtico y a todas las participantes se les tomaron y registraron la medidas antropomtricas peso talla circunferencia de la cintura y circunferencia de l cadera y su ingestin ca ID: 29617

Los colegios las

Share:

Link:

Embed:

Download Presentation from below link

Download Pdf The PPT/PDF document "Prevalencia y factores de riesgo de sobr..." is the property of its rightful owner. Permission is granted to download and print the materials on this web site for personal, non-commercial use only, and to display it on your personal computer provided you do not modify the materials and that you retain all copyright notices contained in the materials. By downloading content from our website, you accept the terms of this agreement.


Presentation Transcript

Prevalencia y factores de riesgo de sobrepeso en colegialas de 12 a 19 añosen una región semiurbana del Ecuador José Castro Burbano, Marco Fornasin y Mario Acost Determinar la prevalencia y los factores de riesgo de sobrepeso en colegialas de12 a 19 años de una región semiurbana del Ecuador e investigar la posible relación del índicede masa corporal (IMC) de cada adolescente con su actividad física e ingestión calórica y demacronutrientes, así como con el IMC estimado de los padres.De enero a abril de 2001 se realizó un estudio de corte transversal que incluyó a302 alumnas adolescentes de 12 a 19 años de cuatro colegios secundarios de Cumbayá yTumbaco (14 km al nororiente de Quito). Los colegios y las alumnas fueron seleccionados pormuestreo aleatorio sistemático y a todas las participantes se les tomaron y registraron lasmedidas antropométricas (peso, talla, circunferencia de la cintura y circunferencia de lacadera) y su ingestión calórica total y de macronutrientes mediante un instrumento derecordatorio de 24 horas. También se les administró un cuestionario sobre su actividad física yse estimó el IMC de los padres.De las participantes, 8,3% presentaron sobrepeso y 0,7%, obesidad. En 40,7%de las primeras, el sobrepeso tenía distribución gluteofemoral; en 51,9%, distribuciónintermedia; y en 3,7%, distribución abdominal. Se observó una correlación inversa entre el IMCde las adolescentes y su actividad física e ingestión energética ()edirecta la correlación entre el IMC de cada adolescente y el IMC estimado de la madre (Los resultados indicaron que la prevalencia de sobrepeso coincidía con lahallada en un estudio nacional pero que era menor que la correspondiente a informes de paísesindustrializados y de otros países latinoamericanos. Los factores más influyentes sobre el IMCde la adolescente fueron la actividad física y el IMC de la madre, independientemente de laingestión energética total y de la composición de la dieta. Sobrepeso, obesidad, adolescente,La obesidad en niños y adolescenteses un importante problema de saludpública en países industrializados.Hoy en día es de conocimiento gene-ral que la obesidad en la infancia y laadolescencia es un factor pronósticode obesidad en el adulto (1). Según unestudio de S. Shumei, el sobrepeso alos 35 años puede pronosticarse por elíndice de masa corporal (IMC) a unaedad más temprana. En ese sentidopuede hacerse un pronóstico acertadoa los 18 años y uno bueno a los 13, perouno solo moderadamente preciso a menor edad (2).Algunos estudios de seguimientomuestran que hasta 80% de losadolescentes obesos se convertirán enadultos obesos, y que un tercio de lospreescolares, así como la mitad de losescolares obesos, serán adultos obesosy estarán expuestos a un alto riesgo depadecer enfermedades crónicas comola diabetes mellitus tipo 2, laenfermedad cardiovascular y lahipertensión arterial (3). Rev Panam Salud Publica/Pan Am J Public Health 13(5), 2003 Palabras clave Universidad San Francisco de Quito, Quito,Ecuador. La correspondencia debe enviarse a JoséCastro Burbano a la siguiente dirección: ClínicaGalenus, Av. 6 de Diciembre 8145 y LasHortensias, 3. piso, Quito, Ecuador. Fax: 0059322475699; correo electrónico: Universidad San Francisco de Quito y Servicio de Endocrinología, Hospital Baca Ortiz, Quito, Parece haber tres períodos críticospara el desarrollo de la obesidad: elprenatal, el de los 5 a los 7 años (cuandose produce el llamado “reboteadiposo”, que es un incrementomarcado del tejido adiposo corporal),y el de la adolescencia, especialmenteen las mujeres. Este último período,además, se asocia estrechamente conla morbilidad relacionada con laobesidad (4). Durante esos tresperíodos, y especialmente en los queabarcan de los 5 a 7 años y laadolescencia, es fundamental vigilar elsobrepeso para prevenir y controlar laobesidad en toda la población.Las prevalencias de sobrepeso yobesidad en adolescentes varían de unpaís a otro. En España se hanobservado cifras de 8 y 3%,respectivamente (3). Un estudio deniños y adolescentes de unacomunidad indígena del Canadáreveló prevalencias de sobrepeso de27,7% en los varones y de 33,7% en lasmujeres (5). La Organización Mundialde la Salud (OMS) ha señalado que, enAmérica Latina, las prevalencias deobesidad infantil y juvenil en 1997oscilaban entre 2,1% en Nicaragua y10,3% en Chile (6). En el estudionacional ecuatoriano conocido porMejoramiento de las PrácticasAlimentarias y Nutricionales deAdolescentes Ecuatorianos (MEPRA-DE), que se efectuó en 1994, seencontró que el sobrepeso, basado enel IMC, fluctuaba entre 12 y 15% en lasmujeres y entre 8 y 10% en los varonesde zonas urbanas, mientras que en elárea rural se mantenía en alrededor de2% en ambos sexos. El sobrepesopredominó en los estratos socioe-conómicos altos, pero también semanifestó con bastante frecuencia enlos estratos de bajos ingresos,especialmente en las mujeres (7, 8). Enadolescentes mujeres de Quito, de laVega et al. encontraron prevalencias de8,6% de sobrepeso y de 3,2% deobesidad, en tanto que en adolescentesvarones esas prevalencias fueron de8,5% y 2%, respectivamente (9).En varios estudios se ha observadoque la frecuencia de la obesidadguarda una relación inversa con elnivel socioeconómico. Este fenómenopodría deberse, en parte, a las horasque dedican a ver televisión lasfamilias de bajos ingresos, que suelentener menos posibilidades de realizarotras actividades de entretenimientomenos sedentarias. Los expertosopinan que la frecuencia de laobesidad en niños y adolescentespuede aumentar si se mira televisiónmás de cuatro horas al día (10).Por otra parte, en la mayoría de losestudios no se ha indicado ningunacorrelación entre la ingestión ener-gética y el peso corporal, o bien se hahallado una correlación inversa. Ellopodría deberse a que las personas consobrepeso tienen una mayor tendenciaa subvalorar su ingestión energética,cosa confirmada en estudios depersonas en quienes se determinaronsimultáneamente el gasto energético(mediante la técnica del agua con doble ) y la ingestión energética(diarios de registro continuo deingestión) en condiciones de vidahabituales; los obesos subestimaron suingestión energética en 34 a 55%,mientras que los delgados lo hicieronsolo en 0 a 20%. Se han producidoresultados similares en estudios deniños y adolescentes (11).Otros estudios muestran que unadieta alta en grasas y baja encarbohidratos puede contribuir aldesarrollo de obesidad en niñospreadolescentes, independientementede la ingestión energética total y de laactividad física. Se ha determinadotambién que el consumo de alimentosfibrosos en las últimas 24 horas seasocia con un menor riesgo de padecersobrepeso (12, 13). Según algunosinformes, sin embargo, las dietas ricasen grasas no parecen ser la principalcausa de la alta prevalencia desobrepeso, especialmente en socie-dades industrializadas. Se haplanteado la posibilidad de que hayadiferencias en la susceptibilidadgenética, de tal forma que algunaspersonas aumentan de peso con dietasaltas en grasas en tanto que otras noEste estudio tiene como propósitodeterminar la prevalencia y los factores de riesgo de sobrepeso enmujeres adolescentes de los colegiosde educación secundaria de Tumbacoy Cumbayá, regiones periféricas decon una mezcla de poblaciónurbana y rural o semirrural. MATERIALES Y MÉTODOS Desde enero hasta abril de 2001 serealizó un estudio epidemiológico decorte transversal en Cumbayá yTumbaco, dos poblaciones localizadasa unos 10 km al nordeste de Quito yuna altitud de 2 400 m sobre el nivel delmar. Esas poblaciones se componen deunos 120 000 habitantes de las razasindígena, mestiza y blanca perte-necientes a diversos estratos socioe-La muestra se calculó utilizando elprograma Epi Info (versión 6), con lossiguientes parámetros: nivel deconfianza de 95%, prevalenciaesperada de sobrepeso de 12% y nivelde precisión de 7%. Con objeto deobtener una muestra representativa, laselección de los sujetos se hizomediante muestreo aleatorio, multi-etápico y por conglomerados. Losconglomerados generales fueron loscolegios y los conglomerados parti-culares, los seleccionados aleato-riamente para el trabajo. De loscolegios elegidos, solamente cuatroconsintieron en participar en elestudio. Para seleccionar los sujetosdentro de cada colegio se realizó unmuestreo aleatorio sistemático hastacompletar 100 alumnas por colegio.Participaron en el estudio mujeresadolescentes de 12 a 19 años de edadque aceptaron voluntariamenteparticipar y que nos entregaron elconsentimiento escrito firmado por unadulto responsable de su cuidado. Seexcluyó del estudio a aquellasadolescentes con discapacidadesfísicas que dificultaban la toma demedidas antropométricas o conantecedentes clínicos de problemas Castro et al. • Riesgo de sobrepeso en colegialas de 12 a 19 años en una región semiurbana del Ecuador Consiste en la toma de una muestra de orina inicialpara determinar las concentraciones de hidrógenoy oxígeno. Posteriormente se administra un bolode agua con isótopos de hidrógeno y oxígeno, ypor último se mide la tasa de producción de CO que es un reflejo indirecto del gasto energético. endócrinos o metabólicos o deenfermedad cardiovascular, respi-ratoria o musculoesquelética.El estudio fue aprobado por elcomité de bioética de la UniversidadSan Francisco de Quito. Definición de variables Nivel socioeconómico. Se dividióarbitrariamente a las participantes endos grupos: 1) adolescentes de clasesocioeconómica media alta: aquellasque estudiaban en colegiosparticulares y pagaban una pensiónmensual mayor de US$ 100 y 2)adolescentes de clase socioeconómicamedia baja: aquellas que estudiabanen colegios estatales.Antropometría. Se determinaron lossiguientes: el peso, utilizando unabáscula SECA (Alemania); la estatura,utilizando un estadiómetro depedestal; la circunferencia de lacintura, medida a mitad de distanciaentre el reborde costal y la cresta ilíaca;y la circunferencia de la cadera,medida en la parte más ancha de lacadera, en el nivel de los trocánteresEl índice de masa corporal se calculócomo IMC = peso(kg)/talla(m ) y elíndice cintura/cadera, como elcociente dado por la medida de lacintura dividida por la medida de lacadera, en centímetros.Sobrepeso y obesidad. El sobrepeso yla obesidad se definieron mediante elIMC. Se consideró sobrepeso un IMCpor encima del percentil 85, y obesidad,un IMC por encima del percentil 95(15), y se compararon las cifrasresultantes con las de las tablas delCentro Nacional para Estadísticas deSalud (NCHS, por National Center forHealth Statistics) según la edad y elsexo (16).Distribución de la grasa: De acuerdocon el índice cintura/cadera, seconformaron tres grupos: 0,71 a 0,81,con obesidad gluteofemoral; 0,82 a0,87, con obesidad de tipo intermedio;y 0,88 a 1,02, con obesidad abdominalIMC de los padres. Para estimar elIMC de los padres se utilizó una tablade imágenes y se solicitó a lasadolescentes participantes queseñalaran la imagen que considerabanmás parecida a sus padres. Esteprocedimiento fue validado en unasubmuestra correspondiente a 5% dela muestra total del estudio. Despuésde medir el peso y la talla de ambospadres y de calcular su IMC, se lessolicitó a estas mismas personas y asus hijas que señalaran la imagen queconsideraban más parecida a lapropia. Al calcularse la correlaciónexistente entre el IMC indicado y elverdadero, se encontró unacorrelación de 0,62 (= 0,01).Actividad física. Para determinar eltipo, la frecuencia y la duración de laactividad física que practicaban lasadolescentes de la muestra, se utilizóun cuestionario de los Centros para elControl y la Prevención deEnfermedades (Atlanta, Georgia, Esta-dos Unidos) previamente validado engrupos focales pertenecientes a uncolegio particular y a un colegio estatalcon características similares a las delos colegios ecuatorianos estudiados.Ingestión calórica y demacronutrientes. Estse calculómediante un instrumento derecordatorio de 24 horas. Para facilitarel recuerdo del tamaño de lasporciones y disminuir el sesgo derecordación, se mostró a lasparticipantes el libro con fotografíasde porciones de alimentos elaboradopor la Asociación DietéticaEstadounidense (18). Para determinarla variación entre días laborables y defin de semana se realizaron tresrecordatorios por persona en lasadolescentes de los colegios estatales ydos recordatorios en las de los colegiosparticulares, en una submuestra de 60personas (30 por colegio). Lainformación así obtenida se analizócon el programa Food Processor(Nutrition Analysis Software, versión7.30, 1999), con el cual se determinaronla ingestión calórica total y demacronutrientes y el porcentaje deEstudio piloto. Se realizó un estudiopiloto preliminar en dos colegios, unoestatal y uno particular, cuyascaracterísticas eran similares a las delos colegios seleccionados para elestudio. Una submuestra de 15personas por colegio permitió adiestrara los investigadores, validar losinstrumentos y estandarizar la toma demedidas antropométricas.Análisis de datos. Las variables seanalizaron por medio de estadísticasdescriptivas y se presentan comopromedios ± una desviación estándar(DE) en el caso de las variablescontinuas y como porcentajes en elcaso de las variables nominales. Seestablecieron las diferencias entregrupos mediante la prueba tStudent para variables continuas y lade c para variables categóricas. Paraestablecer la asociación entre el IMC yel índice cintura/cadera y las variablespredictoras, se realizaron análisis deregresión múltiple. Se consideraronestadísticamente significativos losresultados con un nivel de signi-ficación £ 0,05. Se usó el programaExcel 97 para registrar los datos y elSPSS versión 6 para Windows en suprocesamiento y análisis estadístico. En el estudio participaron 302alumnas, 197 de colegios particularesy 105 de colegios estatales. El cuadro 1revela las características generales delas participantes.El promedio de peso fue mayor enlas adolescentes de los colegiosestatales que en las alumnas de loscolegios particulares, sin que ladiferencia fuera significativa. Lasadolescentes de los colegiosparticulares tuvieron un promedio detalla mayor y un IMC inferior que lasde los colegios estatales ()lpromedio de la circunferencia de lacintura y el índice cintura/ caderafueron mayores en las estudiantes de Rev Panam Salud Publica/Pan Am J Public Health 13(5), 2003 los colegios estatales ().También fue mayor su actividad físicadebido al tiempo que caminabandiariamente para ir al colegio (0,05). No hubo diferencias en laingestión energética ni en el porcentajede macronutrientes excepto en loreferente a la ingestión promedio degrasas, que fue mayor en lasestudiantes de los colegiosparticulares ().En lo que respecta al estadonutricional (cuadro 2 y figura 1), seencontró una prevalencia general desobrepeso de 8,3% y de obesidad de0,7%. El análisis por estratosocioeconómico reveló que en loscolegios estatales se registraronsobrepeso en 8,6% de las adolescentesy obesidad en 0,5%, y en losparticulares, sobrepeso en 9,5% yobesidad en 0,9% (&#x 0,0;倀 0,05).De las adolescentes con sobrepeso,40,7% presentaban obesidad de tipogluteofemoral; 51,9%, de tipointermedio; y 3,7%, de tipo abdominal.En cuanto a las caminatas diariaspara ir al colegio, las jóvenes consobrepeso dedicaban menos tiempo aesa actividad física que las de pesonormal ().Encontramos una correlaciónnegativa entre el peso y la ingestiónnutricional. Las personas con pesobajo ingerían una cantidad mayor decalorías y macronutrientes que las depeso normal, y estas más que las quetenían sobrepeso, diferencia queresultó significativa en el caso de lascalorías y los carbohidratos (P ).En cuanto al porcentaje demacronutrientes frentea la ingestióncalórica total, no se encontrarondiferencias estadísticamente signifi-cativas entre los tres grupos (P &#x 0,0;倀 0,05).Cuando los hábitos dietéticos,tabáquicos y de actividad física serelacionaron con los IMC (cuadro 3),se hizo evidente que las personas queguardaban dieta tenían un IMCpromedio mayor que aquellas que nola guardaban (P )nlas personas que fumaban se registróun IMC más alto que en las que no lohacían (P &#x 0,0;. A;&#xsimi;&#xsmo,;&#x e00; 0,05) y las que nopracticaban actividad física algunapresentaron un IMC mayor que el deaquellas que sí la practicaban (P Al realizar un modelo de regresiónmúltiple en el cual se incluyeron comovariables pronósticas la ingestión calórica total y de macronutrientes, la actividad física, y el IMC estimado delpadre y dedicado a la madre (cuadro 4),el tiempo dedicado a caminar se correlacionó inversamente con el índicecintura/cadera ()elos IMC del padre y la madre mostraronuna correlación directa con dicho índice,habiendo significación estadística en elcaso del IMC de la madre (P = 0,04).En otro modelo de regresiónmúltiple en que el IMC de lasparticipantes fue la variabledependiente, las correlaciones másimportantes fueron con el tiempo deactividad física (el dedicado a losdeportes), el tiempo que les llevabacaminar de su casa al colegio o viceversa y el IMC de la madre, aunque enningún caso de encontró significaciónestadística. En otro modelo deregresión en el que se incluyeron solamente el IMC estimado de la madre Castro et al. • Riesgo de sobrepeso en colegialas de 12 a 19 años en una región semiurbana del Ecuador CUADRO 1. Valores promedio y desviaciones estándar (DE) de las características antropométricas y de ingestión nutricional de alumnas de 12 a 19 años de edad de colegios estatales y particulares. Quito, Ecuador, 2001 Colegios estatalesColegios particularesn = 197)(= 105) No. ± DENo. ± DEValor PEdad (años)5,12 ± 1,9814,45 ± 1,91Peso (kg)46,79 ± 9,3248,64 ± 7,79Talla (cm)151,22 ± 7,22157,56 ± 6,150 Índice de masa corporal (IMC)20,32 ± 3,0719,55 ± 2,632 Percentil del IM 49,15 ± 26,5943,88 ± 25Cintura (cm)70,84 ± 6,5968,89 ± 6,4 Cadera (cm)88,87 ± 7,4491,38 ± 6,74 Índice cintura/cadera0,79 ± 0,040,75 ± 0,050 Tiempo de caminar (min)32,78 ± 24,449,38 ± 7,960 Actividad física (min)80,78 ± 62,3872,06 ± 45,78Ingestión total de calorías1 733,7 ± 732,21 742,5 ± 745,4Ingestión de CH 61,11 ± 119,4244,16 ± 116,42Carbohidratos (%) 60,19 ± 11,1553,55 ± 12,36Ingestión proteínas (g)69,85 ± 44,8865,65 ± 33,96Proteínas (%) 15,25 ± 5,1115,64 ± 5,71Ingestión de grasas (g)48,34 ± 27,6459,02 ± 35,684 Grasas (%) 24,76 ± 9,3630,03 ± 9,37 Ingestión de fibra (g)16,23 ± 12,8715,63 ± 8,78 Diferencia significativa entre los dos grupos. Percentil por edad y sexo. Porcentaje de la ingestión calórica total. CHO = carbohidratos. CUADRO 2. Distribución del estado nutricional de alumnas de colegios estatales frente al de alumnas de colegios particulares. Quito, Ecuador, 2001 Estado nutricional de alumnasPeso normal 11 2 = 0,77. y el tiempo de actividad física comovariables independientes y el IMC delas participantes como variable dependiente, se observó significaciónestadística en relación con el IMCestimado de la madre (P = 0,03).En cuanto al IMC estimado depadres y madres (cuadro 5), ambosfueron mayores en los colegiosestatales que los particulares y hubouna diferencia significativa en el casodel IMC materno (P = 0,02). Alestablecerse la prevalencia delsobrepeso, se encontró que 23,9% delos padres y 39,8% de las madrestenían esa característica. Laprevalencia de sobrepeso fuesignificativamente mayor en lasmadres de alumnas de colegiosestatales (58,8% frente a 20,9%) que enlas de alumnas de colegiosAl analizar si existían diferencias enla ingestión dietética durante los díaslaborables y los de fin de semana, seapreció que en las estudiantes de loscolegios particulares la ingestióncalórica total había sido mayor en losdías laborables, mientras que en lasalumnas de los colegios estatales dichaingestión había aumentado en los finesde semana. El consumo de grasas enambos grupos fue mayor los fines desemana (P � 0,05). Sin embargo, de losdemás nutrientes solamente la fibra diouna diferencia estadísticamentesignificativa de acuerdo con el día de lasemana, habiendo sido mayor suingestión en los colegios estatalesdurante el fin de semana (P = 0,05)(cuadro 6). En la muestra observada secalcularon prevalencias de sobrepeso yobesidad de 8,3% y 0,7%,respectivamente. Al analizar los datossegún estrato socioeconómico, seobservó que en los colegios estatales seregistró sobrepeso en 8,6% y obesidaden 0,5% de las adolescentes y, en losparticulares, sobrepeso en 9,5% yobesidad en 0,9%. La prevalencia delsobrepeso fue similar a la queencontraron de la Vega et al. (9) en Rev Panam Salud Publica/Pan Am J Public Health 13(5), 2003 FIGURA 1. Distribución porcentual del estado nutricional de alumnasde colegios estatales y particulares. Quito, Ecuador, 2001 CUADRO 3. Relación entre observación de régimen dietético,hábito de fumar, actividad física e índice de masa corporal (IMC) en colegialas de 12 a 19 años. Quito, Ecuador, 2001 IMC ± DE Valor PRégimen dietético21,8 ± 2,7 19,21 ± 2,6Hábito de fumar20,9 ± 2,719,8 ± 2,9Actividad física19,7 ± 2,6 21,01 ± 3,5 DE = desviación estándar. Diferencia estadísticamente significativa. CUADRO 4. Análisis de regresión múltiple de los factores determinantes delos índices cintura/cadera y de masa corporal (IMC) de colegialas de 12 a 19 años de edad. Quito, Ecuador, 2001 Variable dependienteVariable pronósticaValor PÍndice cintura/cadera Carbohidratos (g Proteínas (g Grasas (g Actividad física (min) Tiempo de caminar (min)IMC de la madre (estimado) IMC del padre (estimado) Carbohidratos (g Proteínas (g Grasas (g Actividad física (min)Tiempo de caminar (min)IMC de la madre (estimado) IMC del padre (estimado) = 0,25; r = 0,065. a Ingestión total. b Diferencia estadísticamente significativa. adolescentes mujeres de Quito (8,6%) yligeramente inferior a la notificada enel estudio nacional MEPRADE: 12 a15% en adolescentes mujeres del áreaurbana y alrededor de 2% en las delárea rural (7). En ese estudio, laprevalencia de sobrepeso fue menorque la que se ha encontrado enestudios de países industrializados, enlos cuales las prevalencias desobrepeso en niños y adolescentes sesitúan entre 27 y 33% (5, 19, 20). Estambién inferior a la prevalenciaencontrada por la OrganizaciónMundial de la Salud (OMS) en variospaíses latinoamericanos, en los cualesse han registrado cifras de obesidadinfantil y juvenil que oscilan entre 2,1%en Nicaragua y 10,3% en Chile (6).Siguiendo la sugerencia de la OMS,para definir los términos obesidase utilizó el IMC (21). Esteíndice ha mostrado una correlaciónsignificativa con la grasa subcutánea ytotal en adolescentes (22). Se ha demostrado una correlación directa de 0,83entre el IMC y el porcentaje de grasamedido por absorciometría dual defotones en mujeres blancas y negras, y de 0,50 y 0,54 en hombres blancos ynegros, respectivamente (23). Esteíndice es especialmente apropiadopara el tamizaje de sobrepeso enadolescentes (24, 25).Los resultados indican que enadolescentes ecuatorianos lamalnutrición por exceso de ingestióncalórica se ha mantenido inalterada oha descendido levemente desde 1994,año en que se realizó el estudioMEPRADE, y que su frecuencia no esmuy alarmante desde el punto de vistade la salud pública. Sin embargo, estosdatos hay que tomarlos con cautela, yaque corresponden a una zonageográfica pequeña.Por otra parte, las pruebas de validación del IMC para determinar sucorrelación con la grasa corporal sehan realizado únicamente en personassicas, por lo cual no puedecon certeza si el métodopuede ser reproducido con exactituden otros grupos étnicos. Seríaimportante hacer un estudio adaptadoa la población ecuatoriana paraestablecer la precisión de las medidasdel IMC. Informes como el quecompara las curvas de distribución delIMC de adolescentes brasileños con lascurvas de adolescentes en EstadosUnidos de América tienen unasensibilidad muy baja que se reduceconforme disminuye la edad. Esosdatos dan a entender que tamizar elsobrepeso y la obesidad enadolescentes sobre la base del IMCpuede generar resultados negativosfalsos, sobre todo en adolescentesmujeres, ya que la utilización de lascurvas de referencia de los EstadosUnidos puede resultar en prevalenciasde sobrepeso menores que lasverdaderas (20).El análisis de datos según el nivelsocioeconómico revela que elpromedio de peso y talla en loscolegios estatales es menor que en loscolegios particulares. De ello puedededucirse que en la clase media baja escomún que el crecimiento se retrase,probablemente como resultado de lafrecuencia de desnutrición crónica enépocas tempranas de la vida. Sinembargo, en la misma población elpromedio del IMC es tambiénsignificativamente mayor que en laclase media alta. Como esta variabletiene en cuenta la relación del pesopara la talla, aunque el peso promediosea inferior al de las alumnas decolegios particulares, el hecho de quela talla promedio sea también menorpuede resultar en un IMC mayor. DeGrijalva et al. informaron de resultadossimilares obtenidos en el estudioMEPRADE. Pese a estas diferencias enlos promedios del IMC, lasprevalencias de sobrepeso noalcanzaron diferencias significativas, Castro et al. • Riesgo de sobrepeso en colegialas de 12 a 19 años en una región semiurbana del Ecuador CUADRO 5. Comparación de promedios (± desviaciones estándar [DE]) de los índices demasa corporal (IMC) estimados de los padres de alumnas de colegios estatales y particulares. Quito, Ecuador, 2001 Colegios estatalesColegios particulares IMC medio ± DEIMC medio ± DEValor P4,96 ± 0,954,81 ± 1,09 Madre 5,49 ± 1,154,56 ± 1,37 Escala: menos de 2 equivale a un IMC menor de 19; entre 3 y 5 equivale a un IMC de 19 a 25; más de 6 equivale aun IMC mayor de 25. a Diferencia estadísticamente significativa. CUADRO 6. Comparación de la ingestión dietética de alumnas de colegios estatales y particulares durante los días hábiles y los de fin de semana. Quito, Ecuador, 2001 AlumnaDías hábilesFines de semanaValor PColegios estatales1687,4 ± 225,32102 ± 188,55Carbohidratos (g)658,5 ± 138,4318,2 ± 127,6Proteínas (g)68,7 ± 35,881,5 ± 42,33Grasas (g)46,7 ± 20,959,4 ± 33,7Fibra (g 16,5 ± 7,6921,6 ± 12,5Colegios particulares2420 ± 339,42093 ± 297,8Carbohidratos (g)246,4 ± 123,872093 ± 235,45Proteínas (g)68,7 ± 22,578,5 ± 37,56Grasas (g)54,34 ± 28,764,4 ± 36,5 Fibra (g)17,4 ± 6,3516,7 ± 5,23 Diferencia estadísticamente significativa. aunque este fue ligeramente mayor enla clase media alta.En relación con la distribución de lagrasa corporal, se observó que lasadolescentes de clase socioeconómicamedia baja tenían promedios mayores del diámetro de la cintura y del índicecintura/cadera que las de clase mediaalta. Esto parece indicar que lasadolescentes de clase socioeconómicamedia baja tienen un mayor grado decorpulencia con una distribucióncentral de la grasa y, en consecuencia,están en riesgo de padecer más tardelos trastornos asociados con resistenciaa la insulina y una mayor probabilidadde sufrir enfermedad cardiovascular(26). La causa de esta diferencia en ladistribución de la grasa corporal noestá muy clara y no se sabe si se debe afactores genéticos, raciales oEn lo que se refiere a los hábitos deejercicio, en las adolescentes de clasemedia baja la actividad física fue másintensa que entre las de clase mediaalta, mientras que la ingestión calóricafue similar en ambos grupos. Laingestión de grasas fue superior en lasjóvenes de clase media alta.En relación con la corpulencia, en ladistribución corporal y la prevalenciade obesidad debe tenerse presente lainfluencia de factores genéticos. Laherencia podría ser un factor clave enel mayor IMC encontrado en lasadolescentes de los colegios estatales.Se ha divulgado que la herenciaexplica entre 30 y 70% de la frecuenciade sobrepeso (27). En nuestro estudio,el IMC estimado tanto del padre comode la madre, así como la prevalenciade sobrepeso, fueron mayores en loscolegios estatales. Se estableció lapresencia de una diferencia estadísticamente significativa entre el IMCestimado de la madre en los colegiosestatales y el IMC estimado de la madre en los colegios particulares.Si analizamos los hábitos según elestado nutricional, observamosclaramente que mientras mayor es elpeso corporal, menor es la actividadfísica, en tanto que la ingestióncalórica y de macronutrientesdisminuye conforme aumenta el peso.Esto podría deberse a la tendenciaampliamente conocida por “síndromedel flat slope (28–29) o a que laspersonas que padecen sobrepesocomen menos en el momento de laencuesta porque están a dieta. Noinvestigamos cómo era sualimentación pasada. Estos hallazgosdeben llevarnos a estimular en losjóvenes, y en general en toda lapoblación, la práctica regular deactividad física.Al interpretar el análisis deregresión múltiple, se volvió aobservar que la variable másrelacionada con el índicecintura/cadera y con el IMC fue laactividad física. La segunda variableen importancia fue el IMC estimado dela madre, lo que concuerda con otrosestudios que muestran la influencia dela madre en el peso corporal de loshijos, no solo debido a la herencia sinotambién a los hábitos que ellatransmite a su descendencia (11, 30).En este estudio no se tomarondirectamente las medidasantropométricas de los padres, lo cualpodría considerarse una debilidad delestudio. Sin embargo, la percepciónque tenían los hijos sobre el IMC de lospadres se validó mediante un estudiopiloto que demostró una fuertecorrelación entre el verdadero IMC delos padres y el percibido por los hijos.Es necesario realizar estudiosadicionales para validar eseprocedimiento con el fin de poderloutilizar siempre que sea difícil realizarla toma directa de medidasantropométricas para establecer elOtra debilidad del estudio es quepara el análisis solo se evaluó unrecordatorio de 24 horas de un díahábil, por lo cual no se puede saber aciencia cierta si esa es la ingestiónhabitual de las adolescentes. Noobstante, en el estudio realizado en unasubmuestra de 50 adolescentes seapreció que la ingestión calórica totalde las alumnas de colegios estatales eramás alta los fines de semana y que la delas alumnas de colegios particularesera mayor los días hábiles. De igualmanera, la ingestión de grasas en lasadolescentes de colegios particularesfue mayor durante los fines de semanaque entre la semana. No obstante,ninguna de estas diferencias fueestadísticamente significativa. Por lotanto, el recordatorio tomado en cuentapara el análisis podría ser un indicadorsin sesgo de la alimentación de lasadolescentes estudiadas.En lo que respecta a la distribuciónde la grasa corporal, la gran mayoríade las adolescentes con sobrepesotenían obesidad de distribuciónintermedia y gluteofemoral, mientrasque solo un pequeño porcentajepresentó obesidad abdominal. Desdeel punto de vista de la morbilidad estees favorable, ya que indica un menorriesgo de trastornos relacionados conel exceso de grasa abdominal. Por otrolado, las personas con obesidadabdominal exhiben un mayor gastoenergético que las que sufren obesidadde distribución gluteofemoral (20).En resumen, el estudio aquípresentado apunta a que los factoresque más influyen en el IMC, el índicecintura/ cadera y el desarrollo desobrepeso en las adolescentes son laactividad física y el IMC de la madre,independientemente de la ingestiónenergética total y de la composición dela dieta. Rev Panam Salud Publica/Pan Am J Public Health 13(5), 2003 Se traduce al español por “síndrome de la pendient ” y se refiere a la tendencia de las personas consobrepeso a infravalorar su ingestión alimentaria. Moreno B. Obesidad, presente y futuro.Madrid: Laboratorios Roche; 1997.Shumei S. The predictive value of childhoodbody mass index values for overweight at age35. Am J Clin Nutr 1994;59:810–819.Gutiérrez-Fisac JL. La obesidad infantil: unproblema de salud y medición. Nutrición yobesidad 1999;2:103–106.Dietz W. Critical periods in childhood for thedevelopment of obesity. Am J Clin Nutr 1994;Hanley AJ, Harris SB, Gittelsohn J, WoleverTM, Saksvig B, Zinman B. Overweight amongchildren and adolescents in a NativeCanadian community: prevalence andassociated factors. Am J Clin Nutr Objectives. To determine the prevalence of overweight and identify its risk factorsin school girls between the ages of 12 and 19 in a semi-urban region of Ecuador andto explore the potential relationship between the adolescents’ body mass index (BMI)and their physical activity, caloric intake, and macronutrient intake, as well as between their BMI and their parents’ estimated BMI. From January through April 2001 a cross-sectional study was conductedwith a sample of 302 adolescent girls who attended high schools in Cumbaya andTumbaco (14 km northeast of Quito) and who were selected by systematic randomsampling. Anthropometric measurements were taken on all girls and their totalcalorie and macronutrient intake was measured by means of a 24-hour recallquestionnaire. A physical activity questionnaire was also administered, and estimateswere made of their parents’ BMI. Of the study participants, 8.3% were overweight and 0.7% were obese. In40.7% of the first group, the excess body weight had a gluteofemoral distribution; in51.9%, it had an intermediate type of distribution; and in 3.7% it had an abdominaldistribution. There was a negative correlation between the adolescents’ BMI and theirphysical activity and calorie intake (P 0.05), whereas a positive correlation was seenbetween their BMI and the mother’s estimated BMI (P The prevalence of overweight found in this study is similar to thatfound in an earlier country-wide study but was less than that detected in reports fromindustrialized countries and other countries of Latin America. Factors appearing tohave the greatest impact on an adolescent girl’s BMI were physical activity andestimated maternal BMI, regardless of total energy intake and dietary composition. Prevalence of and risk factorsfor overweight among schoolgirls 12 to 19 years old in asemi-urban region of Ecuador World Health Organization. Global database onchild growth and malnutrition. Geneva: WHO;1997. (Documento WHO/NUT 1997; 97.4).De Grijalva Y. Adolescencia y nutrición:Proyecto MEPRADE. Quito: Centro deInvestigaciones en Salud y Nutrición; 1994.Pásquel M. Transición epidemiológicanutricional ecuatoriana. MetrocienciaDe la Vega A, Mogrovejo P, Jiménez P, RiveraJ, Collahuazo M, Acosta M. Prevalencia deobesidad en la población infanto-juvenil deQuito, Ecuador. Congreso Latinoamericano deObesidad, Santa Fe de Bogotá, Colombia,agosto de 1996.Barbany M. Los efectos de la televisión sobreel desarrollo de la obesidad infantil. Nutricióny Obesidad 1998;1:50–52.Livingstone MB, Prentice AM, Coward WA,Strain JJ, Black AE, Davies PS, et al. Validationof estimates of energy intake by weigheddietary record and diet history in childrenand adolescents. Am J Clin NutrGazzaniga J, Burns T. Relationship betweendiet composition and body fatness, withadjustment for resting energy expenditureand physical activity, in preadolescentchildren. Am J Clin Nutr 1993;58:21–28.Nguyen VT, Larson DE, Johnson RK, Goran,MT. Fat intake and adiposity in children oflean and obese parents. Am J Clin Nutr 1996;Willett W. Is dietary fat a major determinantof body fat? Am J Clin Nutr 1998;67(suppl):Bueno M. Obesidad infantil. Nutrición yobesidad 1998;1(5):216–224.Kuczmarski RJ, Odgen CL, Grummer-StrawnLM, Flegal KM, Guo SS, Wei, R, et al. CDCgrowth charts: United States. Adv Data 2000.June 8(314):1–27.Wabitsch M, Hauner H, Heinze E, Muche R,Bockmann A, Parthon W, et al. Body-fatdistribution and changes in the atherogenicrisk-factor profile in obese adolescent girlsduring weight reduction. Am J Clin Nutr1994;60:54– 60.Hess MA. Portion photos of popular foods.Chigaco, Il: University of Wisconsin-Stout;The American Dietetic Association andCenter for Nutrition Education; 1997.Kuczmarski RJ, Flegal KM, Campbell SM,Johnson CL. Increasing prevalence ofoverweight among U.S. adults: the NationalHealth and Nutrition Examination Surveys,1960 to 1991. JAMA 1994;272:205–211.Gauthier BM, Hicker JM. High prevalence ofoverweight children and adolescents in thePractice Partner Research Network. Arch PedAdolesc Med 2000;154(6):625–628.World Health Organization. Obesity:preventing and managing the globalepidemic. Geneva: WHO; 1997.Schonfeld-Warden N, Warden CH. Pediatricobesity: an overview of etiology andtreatment. Ped Clin North AmDietz W. Use of the body mass index (BMI) asa measure of overweight in children andadolescents. J Ped 1998;132:191–193.Himes JH. Guidelines for overweight inadolescent preventive services:recommendations from an expert commitee.Am J Clin Nutr 1994;59:307–316.Lazarus R, Baur L, Webb K, Blyth F. Bodymass index in screening for adiposity inchildren and adolescents: systematicevaluation using receiver-operatingcharacteristic curves. Am J Clin NutrVeiga G, Camacho P. A comparison ofdistribution curves of body mass index fromBrazil and the United States for assessingoverweight and obesity in Brazilianadolescents. Pan Am J Public Health;Caprio S, Hyman LD, McCarthy S, Lange R,Bronson M, Tamborlane WV. Fat distributionand cardiovascular risk factors in obeseadolescent girls: importance of theintraabdominal fat depot. Am J Clin NutrBeck B. Neuropeptides and obesity. NutritionGibson RS. Laboratory assessment of bodycomposition. En: Principles of nutritionalsessment. New York: Oxford University1990. Pp. 263–282.Cutting TM, Fisher JO, Grimm-Thomas K,Birch LL. Like mother, like daughter: familialpatterns of overweight are mediated byrs’ dietary disinhibition. Am J Clin Nutr Manuscrito recibido el 2 de mayo de 2002. Aceptado parapublicación, tras revisión, el 15 de noviembre de 2002. Castro et al. • Riesgo de sobrepeso en colegialas de 12 a 19 años en una región semiurbana del Ecuador